¿En qué tipo de universidad estudiaste, y vives independientemente?

miércoles, 24 de febrero de 2010

La evaluación socioeconómica del postgrado



Cuando uno ingresa a una universidad privada con sistema de pensiones escalonadas una de las partes más engorrosas es rellenar los formularios de la situación económica familiar. Uno tiene que obtener un montón de información sobre las finanzas de los padres, información que con frecuencia es incómoda y complicada. Sin embargo, es natural que así sea en el pre-grado. Después de todo, quienes están pagando por los estudios son presumiblemente los padres.

La situación, sin embargo, cambia a la hora del postgrado. El formulario no, sin embargo. Este sigue preguntando por las finanzas de los padres, tíos, abuelos, amigos y conocidos, como si ello tuviera alguna remota relevancia. En principio, un postgrado, al obtenerse después de la profesión, debería poder ser financiado por el mismo prospectivo estudiante. Uno ya debería ser un profesional individual e independiente. No importa que tus padres sean los condes de Westphalen, si tú estudiaste comunismo científico y con las justas te alcanza para pagar la pensión más baja, pues mala suerte para la universidad.

Ahora, también está el contraargumento de la universidad. Si tus padres no te van a pagar los estudios, entonces por qué estás viviendo a todo lujo en el Palacio de Westphalen, y pretendiendo pagar la escala mínima? Algo no cuadra. Si pueden pagarte el mayordomo, el auto, el chofer y tu membresía en el Regatas, que no jodan, también pueden pagar tu posgrado.

Ciertamente una razón más para mudarse. Es la muestra más palpable de que ya se cortó toda dependencia de la mamita. La Universidad ya no tendrá por qué sentir que la familia Westphalen le está angurriando dinero.

domingo, 21 de febrero de 2010

Cuestión de espacio



Esta semana me he visto nuevamente en uno de los problemas que afectan a toda persona que vive por su cuenta, la cuestión del espacio, resulta que en mi habitación mantenía las cosas necesarias para la sobrevivencia (y no tanto) como son la cama, la computadora, el televisor y el closet con la ropa; pero por culpa de las vicisitudes de la vida han ido apareciendo cosas como un par de sofas, luego el set completo de Rock Band y ahora una batería (esta sí es de verdad, no es la del juego antes mencionado). Por lo cual una vez más me he visto en la necesidad de acomodar todo al mejor estilo de Tetris. El resultado ha sido por lo menos adecuado.

Con esto en mente puedo decir para aquellos interesados en mudarse que nunca olviden considerar el espacio en base a una visión futura. En mi caso salí de casa de mis padres con relativamente pocas cosas como he mencionado en alguna entrada anterior, con el paso de los años he ido acumulando cosas (que maldición es ser cachivachero) y ahora debo hacer malabares para desplazarme por mi espacio vital así que tengan esto en mente ya que creo que nadie quiere terminar con una habitación que más parece un bloque de cajas.

miércoles, 17 de febrero de 2010

El colmo de niño-grandismo: el parricidio



Lima ha sido conmocionada por el reciente caso del asesinato de la abogada Elizabeth Vásquez a manos de su hija, Elizabeth Espino, el enamorado de esta y otro cómplice. En este caso, que Viviendo Solo no puede dejar de lamentar, vemos los estragos que puede causar el fenómeno del niño-grande cuando es llevado al extremo y combinado con alguna psicopatología.

Según he podido colegir, la joven Elizabeth ha confesado que los móviles para el asesinato de su madre fueron dos: a) no le permitía verse con su enamorado y b) deseaba hacerse con su dinero. Esto nos parece abominable. Es el fenómeno de "lo que les pertenece a mis padres es en realidad mío". Evidentemente la chica esta adolece de algún tipo de locura, pero las cosas podrían haberse desarrollado de manera diferente si es que no se hubiera criado en este mundo en el cual se espera que uno viva con los padres hasta bien entrado los treintas o más allá.

Si mi mamá me prohibe verme con cierta persona, la solución es simple: me mudo. A donde sea que me mude, ya su jurisdicción no se aplica, y asunto resuelto. Es posible que haya problemas financieros, sin embargo. Pues me busco un trabajo. ¿Y si con el trabajo que consigo no me alcanza para la vida de lujos que tenía acostumbrado en la casa de mis padres? Piña. La vida es dura, y las mujeres caras.

Lo cual nos lleva al siguiente punto: el dinero. En la cultura mediterránea, el dinero de la familia es visto casi como ese dicho de los nativos de norte América y adoptado por los new agers: "la tierra no es algo que heredamos de nuestros ancestros, es algo que pedimos prestado de nuestros hijos". No jodan. La plata de los padres es de los padres y punto. Si para cuando se mueran queda algo que repartir, en fin, pero en principio tienen derecho a gastarselo como mejor les parezca. El otro corolario de la cultura mediterránea es que estos hijos de quienes "han tomado prestado" el patrimonio pecuniario familiar quizá se cansen de esperar que "se los devuelvan" y empiecen a exigir adelantos de herencia o quién sabe qué cosas. Y el caso máximo es el asesinato.

Qué decadencia.

domingo, 14 de febrero de 2010

San Valentín



Un amigo comentaba que son dos los días al año en que los hostales paran llenos: hoy 14 de febrero, Día de San Valentín, de los Enamorados, de la amistad o como quiera llamársele y el Día de la Secretaria. Yo pensaba que el record se lo llevaba el primero de los mencionados pero de cualquier manera no viene al caso. Lo que quiero exponer es que aquí tenemos otro motivo para la mudanza; tratándose de ciertas lides de índole sexual la mayoría de jóvenes opta por ir a los hostales ya que es bastante claro que no a todos los padres les gusta tener al hijo(a) con su pareja del momento en la habitación del costado, menos aún si es para ellos una desconocida(o). Pero para los adultos que ya viven por su cuenta este no representa ningún problema, la palabra "telo" desaparece de su vocabulario ya que no lo requieren. Otro punto a favor de la vida independiente.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Cómo escoger un flatmate?


Una forma de reducir los costos mientras uno se independiza es compartir los gastos con otra(s) persona(s). Sin embargo, hay algunas cosas que uno tiene que tomar en cuenta a la hora de elegir con quién se puede compartir un espacio.

Una primera opción sería buscar entre el círculo de amigos inmediato. La ventaja de ello es que uno ya conoce sus costumbres, de manera que uno ya se puede hacer una idea de con lo que va a tener que lidiar. Sin embargo, la infortunada realidad de nuestra sociedad es que son tan pocos los que deciden vivir por su cuenta que es perfectamente posible que no haya una sola persona en el círculo de amigos de uno que viva o quiera vivir lejos de su mamita.

El pool de potenciales flatmates se va reduciendo. Dado que lo "decente" en esta sociedad es vivir con la mamita hasta que uno se case, o incluso más allá, los que deciden rechazar esta ortodoxia suelen ser representados como marginales, indecentes, bohemios o cosas peores. Por ello, en Viviendo Solo, consideramos que hay algunas cosas claves que uno debería primero establecer explícitamente con cualquier potencial flatmate.

Smoking: Dado que el humo de los cigarrillos (sean estos de tabaco o de otras plantas) suele impregnar grandes espacios, es importante que uno determine la compatibilidad en este frente.

Juergas: Si uno suele acostarse a las nueve, y al otro le gusta invitar a sus patas para las juergas interminables, habrá problemas.

Orden: Esto ha sido tratado en otra entrada.

Sexo/Orgías: Si uno es un chico Opus, y el otro es el Ron Jeremy peruano, también habrá dificultades.

En general, la idea es llevar una buena convivencia y no hay una manera correcta de vivir. Dos fumadores, juergueros, desordenados y adictos al sexo pueden convivir a la perfección. La cuestión es que tengan ondas similares. Ahora, habrá quienes se pregunten por qué habría uno de mudarse de donde la mamita, si igual tendrían que terminar haciendo concesiones por la convivencia con otras personas, que incluso podrían ser extraños. Un punto es que las mutuas concesiones se hacen entre pares, no ante los superiores (y si te estás poniendo en plan de igual con tus padres en su casa... qué te pasa?).

Y la otra razón es la principal: dejar de vivir con la mamita.

domingo, 7 de febrero de 2010

Tocar música (o bulla) y no molestar a nadie



Está claro que a ningún padre le puede gustar mucho tener que aguantar el fin de semana (si, el fin de semana tan esperado para descansar y relajarse) a su hijo(a) y sus amigos tratando de tocar música con los instrumentos de su predilección. Personalmente he practicado con el violín (el cual al inicio más que tocar lo haces sufrir) y ahora estoy tratando de darle a la batería (con la tremenda bulla que eso implica) pero no he tenido el problema de incomodar a mis padres, hermanos o visitas, ya que al vivir solo literalmente hago toda el ruido que quiera.

También puedo hacer referencia al caso de mi coblogger que por un tiempo fue miembro de un grupo de rock, de esos que incluyen guitarra, bajo y batería, recuerdo que el punto de reunión que él y sus camaradas usaban para practicar antes de ir a una sala de ensayo era justamente su departamento de soltero...era lógico que ese fuera el único lugar donde no los iban a fastidiar con "bájale el volumen" o "ya deja de hacer ruido" y el consabido "practiquen en otro lugar".

Para terminar solo me queda decir que aquellos lectores con intereses musicales tienen ahora una razón más para buscar la independencia.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Una invitación a boda de no-nenas

Justo me encontré por ahí con una invitación a otra boda. Anteriormente ya había escrito sobre este tema, así que me llamó la atención. La invitación era de escuela anglosajona, y de ahí me dí con la sorpresa de notar la diferencia con la escuela mediterránea. El formato era básicamente así:

Pepito Pérez y Juanita García

Junto con sus padres

Pancho Pérez Lucho García
María López Lupita Gómez


Tienen el agrado de invitarlos a su boda, a celebrarse en X lugar el Y del mes Z del año A.


Como pueden apreciar, mucho mejor. Quienes invitan son los novios, y sus nombres apropiadamente aparecen en letra más grande, y completos. No se les pone solo sus nombres de pila, como si siguieran siendo niñitos. Los padres son solo co-anfitriones secundarios, tal como se colige del hecho de que sus nombres aparecen con letra más pequeña. Como debe ser.

A qué se puede deber la diferencia de formato en algo tan pequeño como una invitación a una boda? Pues acá en Viviendo Solo proponemos que a diferencia de la cultura mediterránea en la que vivimos, en la anglosajona se obliga a los hijos a madurar mucho más rápido. Por ende, quienes se casa son los novios, y son los protagonistas principales de dicha ceremonia. En cambio en la cultura mediterránea, quienes se casan son los padres, y los novios son casi unos niñitos grandes (a pesar de ya estar en sus veintes, treintas, cuarentas o más) que requieren de la autorización de sus progenitores para hacerlo. Qué roche que quienes inviten gente a TU boda sean tus papás y no tú.

Qué decadencia.