¿En qué tipo de universidad estudiaste, y vives independientemente?

miércoles, 14 de octubre de 2009

No plancho porque no me da la regalada gana (y otras razones más)




Cuando uno no tiene la mamita (o su empleada) para que le ordene las cosas a uno, uno ha de enfrentarse a decisiones sobre cómo mejor emplear su tiempo. Conozco una persona quien, viviendo con su mamita, me dice muy orgulloso y como señal de su “independencia” que él solo va a su casa a dormir. Todo un chico independiente. De lo que no se percata (y he de admitir, en su momento no me percaté yo) es que el mismo hecho de que solo vaya a su casa a dormir es precisamente resultado de su mami-dependencia. Se puede dar ese lujo en la medida en que tiene una mamita que se encarga de mantener la casa funcionando. Una persona que vive independientemente de su mamita sí tiene que dedicarle algún tiempo a ver las cosas de la casa.


Para mi buena fortuna, tengo acceso a una máquina lavadora. Todo se mete ahí de un sopetón y se pone a lavar. En cuarenta y seis minutos o por ahí (suficiente tiempo para ver un capítulo de House) ya está listo para colgar y secar. Una vez seco, ya está listo para planchar, y una vez planchado, listo para usar.


Lavar toma relativamente poco tiempo. Pero ha sido el planchado el que me ha absorbido una cantidad de tiempo bastante por encima del que estaba dispuesto a dedicarle. Y de ahí, tuve que evaluar la necesidad de gastar tiempo, energía humana y electricidad en planchar la ropa. Hay algunas cosas en que no se puede evitar gastar energía y tiempo. Cocinar comida, por ejemplo. Mal que bien, los homo sapiens sapiens necesitamos ingerir alimentos que estén cocinados, porque ya nuestro sistema digestivo así lo requiere. Computadoras: no se puede trabajar sin ellas ahora, y se puede argüir que hacer el mismo trabajo sin ellas tomaría mucho más tiempo. Televisores: mal que bien necesitamos entretenimiento e información. Y así, una infinidad de ejemplos más.


¿Para qué sirve la ropa? En su función más básica, para proteger a uno de los elementos. ¿Planchar la ropa mejora sus propiedades protectoras? No. ¿Por qué planchamos, entonces? Por vanidad. Para que la ropa se vea bien. Y cuando tu mamita te la plancha y paga ella la electricidad, supongo que Ok. Pero cuando uno mismo es el que se tiene que hacer cargo, ya no suena tan bonito. La plancha utiliza bastante electricidad, la cual podría ser mucho mejor utilizada en otras funciones (electrificación rural, por ejemplo). ¿Y para qué? ¿Para verme elegante? Qué tremenda estupidez.


Fue difícil, ciertamente quitarme la venda de los ojos. ¿Andar con la ropa arrugada? Qué tulu. Pero procedí, por el bien de la humanidad y de mi tiempo libre. Empecé con los polos que utilizo bajo las camisas, la ropa interior y las medias. Total, esas prendas o no se ven o casi no se ven. Qué importa si están o no arrugadas. Plancharlas es una pérdida de recursos absoluto y simplemente idiota.


Sin embargo, solo los que han tenido que hacerse estas cosas uno mismo saben el tiempo y recursos que consume el planchar una camisa o un pantalón bien arrugado. Y de ahí procedí al siguiente paso: dejar de planchar, punto. Experimenté con colgar las camisas y pantalones en colgadores de closet, para ver si salían suficientemente sin arrugas. El experimento tuvo éxito. Ciertamente la camisa “planchada” de esta forma no tiene exactamente la misma apariencia que una camisa planchada “de a de veritas”, pero pasa piola. Pero la ventaja en tiempo y recursos ahorrados es abrumadora. Definitivamente, me parece una medida completamente sencilla de reducir el consumo de electricidad y la emisión de gases y todas esas cosas. Ecoamigable.


Incluso mandé esta sugerencia a la campaña ecologista esta, de la PUCP, Clima de Cambios. Esta hace sugerencias que implican unos sacrificios significativos. Entre ellos, cerrar el agua caliente en la ducha mientras te enjabonas (¡qué frío!), comer menos carne (¿y mi lomo saltado?), desenchufar los electrodomésticos cuando no se están usando (qué pesado), cocinar con ingredientes frescos en lugar de congelados (qué lata) o plantar un árbol (¿saben cuánto cansa plantar un árbol? Yo sí). Los de Clima de Cambios aparentemente están dispuestos a hacer todos esos sacrificios y más. ¿Pero no planchar la ropa? ¡Qué horror! ¡Me muero!


Seguramente viven con sus mamitas.

2 comentarios:

  1. Solucion al problema de plachado: cuando tengas que comprar ropa, trata de comprar ropa que no requiera planchado (evita todo lo que sea 100% algodon). Y segundo , has hecho la de colgar la ropa en el bano durante la ducha para que el vapor del agua caliente se deshaga de las arrugas?

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  2. Sabios consejos, anónimo, haré la prueba. Me imagino que no vives con tu mamita.

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