¿En qué tipo de universidad estudiaste, y vives independientemente?

sábado, 24 de enero de 2009

Esbozos de análisis 1: Hipótesis de las expectativas crecientes

En la antigua Grecia se planteó la paradoja de que si se diera una carrera entre Aquiles y una tortuga que empezara con cierta distancia de ventaja, aquél jamás lograría alcanzar a esta. Esto se debería a que, si bien Aquiles es más veloz, al haber una infinidad de puntos por los que debería pasar antes de alcanzar a la tortuga (que a su vez no deja de moverse y de agregar distancia al recorrido que deberá traversar el héroe), dicha infinitud no podrá ser recorrida en un espacio de tiempo finito (hay más detalles en esta paradoja, pero no vienen al caso aquí).


Sin embargo, al someterse esto a la verificación empírica más rudimentaria, queda expuesto como un absurdo. Aquiles obviamente tendría que alcanzar y superar a la tortuga. Hasta yo lo podría hacer.

No obstante, si cambiáramos a los protagonistas, la situación podría presentar un cariz distinto. Supongamos que a Aquiles lo reemplazáramos por otro griego, digamos, Efialtes de 300; la tortuga genérica, a su vez, es reemplazada por una tortuga ninja. En este caso sí sería más plausible que Efialtes persiguiera a la tortuga ninja por toda la eternidad sin poderla alcanzar. Y este escenario ilustra mi “hipótesis de las expectativas crecientes”, también conocida de cariño como la “hipótesis del niño-grande por siempre”.


Formulo la hipótesis en los términos siguientes: En sociedades como la limeña, a lo largo del tiempo habrá casi siempre una brecha entre el poder adquisitivo del joven profesional y el nivel de vida que cree merecer. A medida que el poder adquisitivo aumente con el tiempo, el nivel de vida esperado aumentará más allá del nuevo poder adquisitivo. El resultado neto será que, la mayor parte de las veces, en lugar de aceptar su realidad, el joven profesional optará por no enfrentarla y seguir viviendo con su mamá. Paso a explicarlo.

Si graficáramos una sociedad y economía ideales, la curva del poder adquisitivo del joven profesional a lo largo del tiempo calzaría con la de sus expectativas de estándar de vida:

Mal que bien, esto es más o menos lo que sucede en algunas partes del primer mundo. El joven egresado sabe que no va a ganar mucho (aún) y entre tanto sabe que tendrá que compartir pequeños departamentos de mala muerte en zonas medio sospechosonas de la ciudad. Caballero nomás, es el precio que se paga por la independencia. Sin embargo, la economía le permite paulatinamente ir aumentando su nivel de ingresos, y este, ir alcanzando estándares de vida que en cada fase les parecen medianamente adecuados. Si esta fuera una carrera como las planteadas anteriormente, podría ser representada como Aquiles (poder adquisitivo) y la tortuga ninja (expectativa de estándar de vida) alegremente yéndose a correr tomados de la mano. Cuánta armonía y felicidad.

El escenario de economías subdesarrolladas y sociedades medio patrimonialistas como la limeña (y quizá sea esto extensible a otras partes del tercer mundo), sin embargo es sumamente infortunado para el joven egresado. Por una parte, la economía no brinda las mismas oportunidades a los jóvenes (sigo praaaaaaaacticandoooooooooo…) como en el primer mundo. Esta falta de dinámica hace que el poder adquisitivo del joven profesional peruano se parezca más a Efialtes que a Aquiles. Esto de por sí es un gran problema.

Pero lo trágico del caso limeño es que en una sociedad medio patrimonial como esta, las apariencias son de gran importancia. En consecuencia, las expectativas de estándar de vida de estos jóvenes profesionales no se adecuan al escenario en el que les ha tocado vivir. Lejos de poderse representar por una tortuga silvestre que sí estaría al alcance de Efialtes, estos jóvenes tienen expectativas de tortuga ninja. Y quizá ni siquiera de la tortuga ninja normal, sino de una tortuga ninja advanced. Porque el joven profesional limeño muchas veces no quiere tolerar vivir en el loft de medio pelo de su contraparte de primer mundo. Ay fo, qué asco, ¡¿qué diría la gente?! Tiene que ser un señor depa, en una de las mejores zonas de la ciudad. Conocía a alguien que decía que recién se mudaría cuando pudiera costearse una vivienda con piscina. Gráficamente vemos que la curva de poder adquisitivo es mucho más deprimida que en el primer mundo, y que las expectativas son aun mayores:



Esto es una tragedia: nunca se alcanza el nivel deseado. El joven universitario de 20 años puede decir que cuando tenga plata, al toque se mudaría aunque sea a un cuarto en una pensión, con baño compartido. Pero cuando, a los 23, ya tiene plata para eso, dice que mínimo, un minidepartamento, pero que todavía no le alcanza. Lo mismo sucederá a los 26, cuando dirá que no le basta un minidepa, sino que requiere un depa. Y a los 29, dirá que el depa genérico no es suficiente, sino que requiere un depa parado. Y así sucesivamente. Y en todo este transcurso, no se muda de la casa de su mamá. Por más que Efialtes persiga a la tortuga ninja, alcanzarla le será muy difícil. Cuando uno tiene irrealizables expectativas crecientes, terminará siendo un niño-grande por siempre.

Las apariencias y el escapismo. En efecto, en cuanto al aparentar, es mejor no irse de la casa de la mamá. Ciertamente, mi mamá me mima, lo cual es una ventaja. Uno ahorra mucho dinero que se puede gastar en lujos que sirvan para ese aparentar (ya hemos hablado de carros en un post anterior). Pero en este aspecto, también está el factor de la potencialidad. El escenario es sigo viviendo con mi mamá, pero estoy ahorrando para comprarme una jato/depa. Mientras esa compra no se realice, por lo menos se puede mantener el espejismo del nivel de vida “decente” aun no realizado. Ya verán, cuando lo compre será un jatón. Pero por la hipótesis de las expectativas crecientes, siempre tendrá que ser un lugar de mayor prestigio que al que uno puede en ese momento acceder. Pero peor sería para estos jóvenes finalmente “sincerar” su situación y comprarse o alquilar aquello que realmente pueden costear. Pues de esa forma estarían desnudando ante esta sociedad de apariencias, que no tienen el dinero que les gustaría aparentar tener.

Para estos jóvenes, es más deseable quedarse como Sancho Panza fantaseando sobre su ínsula (en la casa de su mamá) que enfrentar la dura realidad. Y así, el baile de las apariencias seguirá y seguirá… y quizá al ritmo de esta canción, que celebra la vida con toda la familia


16 comentarios:

  1. Interesante artículo, joven maravilla. Pero creo que esto de las expectativas crecientes estaría más relacionado con gente de una condición económica más sólida que otros. Por ejemplo, si vives en la Molina, en una casa de 800 metros cuadrados y con piscina, de hecho que mudarte a un casa menos favorecida debe ser un súper costo. Ahora, creo que la custión de si me mudo o no me mudo debe radicar en una serie de preguntas claves:
    ¿Soy feliz viviendo con mis padres?
    ¿Mis padres son felices viviendo conmigo?
    ¿Mis padres no quieren que me vaya?
    ¿Represento una verdadera carga para mis padres?

    En todo ese proceso de las expectativas, está, efectivamente, el factor "mi mamá me mima", pero también existe el factor "mis padres no quieren que me vaya". Otra cosa, si das el suficiente dinero a tu casa como para vivir solo, ¿igual serías hijito de mamá? ¿Es decir, el único criterio que les importa es el económico o el afectivo es una variante posible para no mudarse de casa?

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    Gossip Boy

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  2. Estimado Gossip Boy,

    Muchas gracias por el comentario. En efecto, el fenómeno de los "niños-grandes" no es unidimensional y tiene múltiples características a explorar. Cuando iniciamos el blog le dije a Javier que tenía mil posts en la cabeza, y él me aconsejó que los fuera dosificando, consejo que otros también me han dado. He pensado también en los factores que mencionas, y serán explorados en futuros posts. El afectivo es clave. Quizá en este post faltó poner un condicionante como "entre aquellos que no tendrían problemas afectivos para mudarse...".

    Saludos,

    Jorge

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  3. Esto de las expectativas crecientes me trae otro tema a acolación. Antes de tener este trabajo tan mal remunerado, solía ganar un poco más, lo suficiente para poder costearme un pequeño cuarto a escasas 10 cuadras de mi casa. Ya tenía todo listo (incluso en la tarde iba a pagarle a mi supuesta casera el alquiler), pero luego mi mamá me contó que mi padre había dicho que, si yo me iba de la casa, podría visitarlos cuando quisiera, pero no usar ninguno de los servicios de mi casa: comida, internet, teléfono, cable, computador, lavadora, etc. etc. etc. Es decir, si me iba, me iba bien, nada de venir a gorrearles nada. En realidad, se trataba de una medida para evitar que me mudara. Y créanlo, lo lograron. Ustedes, que viven independientes de sus padres (y en particular Jorge, que dice que el vivir solo es la virtud hecha acción), ¿utilizan algunos de los servicios de la casa materna, o son coherentes y no recurren a los servicios maternos o, en términos de Jorge, a "ser hijitos de mamá por horas"

    I know that you love me

    Gossip Boy

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  4. Querido Gossip Boy, estoy seguro que Jorge sabrá dar respuesta a tu inquietud pero de lo que yo quiero es hacerte una consulta, siendo tu una persona humilde y del pueblo que además gana 600 soles al mes ¿me puedes explicar como haces para tener un Nissan del año? (ver post anterior) realmente debes ser un gurú de la economía o un rey del ahorro, por lo cual me atrevo a hacerte esta pregunta, para que compartas tus conocimientos con nosotros simples mortales.

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  5. Muy interesante, Gossip Boy. Esto involucra el otro aspecto del fenómeno de los niño-grandes, ya que no se reduce a ellos, sino también a sus familias, como ya había anotado Javier. Poco a poco iré explorando estas múltiples dimensiones.

    El contexto familiar que describes corresponde al típico latinoamericano, en efecto. Se entiende que el amor familiar se debe manifestar manteniendo al hijo o hija dentro de la casa. Una vez oí de un padre que se enfureció y le quitó el habla a su hija cuando vio que ella se compró un shampoo con su propia plata. Los hijos deben seguir siendo "hijitos" por siempre, y el padre, "paterfamilias" o "patriarca" eterno. Desde este punto de vista, mudarse de la casa familiar es visto como una afrenta que debe combatirse y obstaculizarse con todos los medios a su disposición, que parece haber sido tu caso, Gossip boy. La independencia es ruptura: "si te mudas, jódete".

    Tengo la fortuna de provenir de otro contexto, en que se entiende que el amor familiar se manifiesta ayudando a los hijos a dejar de ser "hijitos" y ser jefes de sus propios espacios. Por ello, me beneficié con un par de muebles adicionales, y un par de electrodomésticos menores. Aunque de todas formas debí soltar buena plata para amoblarme. Tal vez Javier pueda contar si sus padres lo apoyaron o no. En este contexto, el discurso en torno a la independencia sería "si te mudas, te damos una mano".

    Después de la independencia, en qué me he beneficiado? Almorzaba donde mis padres dos o tres veces a la semana, y llevaba mi ropa a lavar.

    "¡UY! ¡Qué decadencia! ¡Jorge es un niño-grande en disfraz!" Veamos... a precio de mercado... digamos que 30 soles por semana en comida, y 24 de lavandería... redondeemos a 240 soles al mes a precio de mercado. Pero si comparamos los precios de mercado de los que se benefician los niños-grandes, por ejemplo por una casa en la Urb. Aurora, Miraflores... acabo de consultar por una casa, que piden $900 dólares, sumemos un conservador 20% por alquilarlo fully furnished, y tenemos $1080, dividido entre cuatro, $270. Más empleada (todo entre cuatro) unos $35 más. Luz, agua, cable, internet, unos $60 más. Cochera, unos $40. Alimentación (al mismo precio de mercado aplicado a mí, ojo) unos $90 más. Total aproximado(y de hecho se me están pasando cosas): $500. En soles: 1500

    240 soles vs. 1500 soles. Uy, es verdad, soy una sanguijuelota de las bien, bien grandototas. Quienes gorrean por 1500 soles definitivamente tienen la superioridad moral frente a los de 240.

    Y por cierto, la nomenclatura que uso es "niño-grande", y no "hijito de mamá".

    Saludos!

    Jorge

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  6. ¿Será cierto lo que dice Javier? ¡Imposible! Yo creo que es más probable que Gossip Boy tenga poderes psíquicos, como para saber cuáles son los temas de conversación fuera del blog y traerlos acá.

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  7. No he entendido la pregunta de Javier. Vivo en la urbanización Pamplona baja, Mz C, en San Juan de Miraflores. No sé a qué te refieres con eso del carro nuevo. Yo no tengo carro.
    Con respecto a lo de Jorge... me parece que esa es una lógica a la cual ha llegado solo para justificar su propia mudanza. Me explico. Cuando uno vive solo, me dicen mis amigos, lo más complicado no está relacionado con la posiliddad de pagar el alquiler, sino en tener una vida que funciona a niveles de limpieza y alimentación. Uno no puede comer todos los días Mc Donald, porque de lo contrario terminaría como el pata de Super size me, así que como comida casera donde mi mamita. Por otro lado, eso de "llevo mi ropa donde mis padres para que me la laven" me suena a la concha acústica del campo d
    e marte (y espero que no dañe la delicada susceptibilidad de Javier por mi uso tan elegante de la replana); pues sé que es incosteable de manera vitalica el consumo de un lavandería. Me parece que una mala acción es una mala acción, por más grande o pequeña que esta sea. En el caso de Jorge, una sanguijuela es una sanguijela, el que chupe mucho o poco de sus padre es circunstancia. Sangüijuela es y como sangüijela morirá si sigue picando a sus padres y, más aún, burlándose de los demás que viven con sus padres por necesidad económica, como yo.

    I know that you love me

    Gossip Boy

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  8. Pues sabes mal, Gossip Boy. Yo vivía al costado de una lavandería, e incluso he lavado ahí un par de veces. Y no es para nada incosteable (aunque eso depende mucho de con cuánto ingreso cuenta uno, en mi caso, no era problema). Y el testimonio de tus amigos no deja de ser parcial, pues han habido semanas en que la única vez que comía donde mis padres era el domingo, y no me morí ni nada por el estilo. Y tengo también unos cuantos amigos que viven solos que o nunca comen donde la mamita o lo hacen una vez a las quinientas. O, si quieres, puedes tomar el testimonio de tus patas como palabra sacra. Pero yo no tengo por qué hacerlo.

    Y tu argumentación es falaz también (a menos que extiendas a absolutamente todos la categoría, excepción hecha de los hermitaños), ya que todos reciben comida y servicios invitados de otras personas. Quizá tengas enamorada o prometida, Gossip Boy, y es posible que la invites al cine, a comer (en la calle o en tu casa), a ver DVDs o señal abierta en tu casa, etc. Quizá ella te invite a ti de vez en cuando. Si me dices que -en caso de que el valor de mercado de los servicios y bienes que le invitas superan el de lo que ella te invita- ella es una sanguijuela, entonces normalazo, tienes una postura sumamente radical, pero una posición al fin. Caso contrario, simplemente eres un resentido con ganas de polemizar.

    Y por último, Gossip Boy, como mencionó Javier, parece que la comprensión de lectura está por los pisos. Ya se te ha dicho explícitamente que este blog nada que ver tiene con aquellos quien por falta de ingreso no pueden mudarse. Tiene que ver con quienes tienen el ingreso, pero que por diversos motivos optan por no hacerlo. Veamos si esta vez eso te queda claro por más de cuatro comentarios.

    Saludos!

    Jorge

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  9. Otra pregunta estimado Gossip Boy, ¿cómo así elegiste tu nickname basado en una serie de cable? supongo que haces referencia a Gossip Girl, pensaba que una persona tan humilde como tú no podría costear este gasto inútil para alguien que gana poco más que el sueldo mínimo. Si alguien hace burla de otros acá ese eres tú pretendiendo ser una persona de escasos recursos que no eres y que jamás podrías ser después del aburguesamiento al cual te has visto sometido en los últimos años. Por mi parte no pienso responder más a un personaje ficitio como Gossip Boy que para este tipo de cosas inmaduras tuve suficiente en el grupo de Yahoo que formábamos antes y del cual me separé justamente por obra y arte de tu persona.

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  10. alñdjfáonmjf´sqoifjásdojif´sdioajfioasdjfíoasejfóidjfiosdajfsdioafasiofioasdjfsopadjfioasdjfioasjdfiodasjoñajdfñasdjflñkjsaw36465416514641631465146416341651464646416664646465464646464646465147498779+/79+797497146544897489749/7/878/747441647/97974967496841619641949749749674996797497494

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  11. El post estuvo interesante y el blog tb, pero su guerra de comentarios me acaba de desanimar un poco. Definitivamente mudarse a vivir solo no tiene nada que ver con la madurez que uno tenga. saludos.

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  12. Tengo 23, trabajo, vivo solo y cada vez sangro menos a mi madre.

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  13. Hola Andrés, estoy de acuerdo contigo, me aburren las guerras de comentarios en este y cualquier otro blog. Imagina que tengo que aguantar esto en vivo y en directo cuando salgo con Jorge y Gossip Boy además de otros de nuestros detractores.

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  14. Una idea nomas: tus expectativas estan muy ligadas a como viven tus amigos, colegas de trabajo, familiares cercanos y no es que nacen de la nada. Y esto es dado que nadie quiere ser el mas pobre del grupo.
    Una pregunta: en todos estos posts asumen el vivir solos como una obligacion que toda persona debe ser porque si no, es una sanguijuela. Que tal un post sobre las ventajas y maravillas de vivir solo, tal vez para indicar que la caida de lujos y comodidades que conlleva dejar la casa familiar se compensa con otras grandes cosas?

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  15. Estimado Andrés, en efecto las guerras de comentarios son monses. Pero según tengo entendido, "Gossip Boy" (el vero o ficto, no importa) ha declarado que ya no comentará, así que con algo de suerte las discusiones ahora serán más alturadas.

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  16. Estimado Anónimo,

    No creo que necesariamente todas las personas que vivan con sus mamás sean "sanguijuelas". Ciertamente, la persona que gana un sueldo superior al PBI per cápita y no pone un sol para la casa está candidateando fuertemente para el título. Hay varios matices que espero ir cubriendo en sucesivos posts.

    Ahora, en casi la mayoría de los casos, creo que quien vive con su mamá es "niño grande", sin necesidad de que eso implique ser sanguijuela. Creo que el vivir solo tiene implicancias de ciudadanía moderna, en la medida en que uno es primero un ciudadano individual independiente y secundariamente el miembro de una familia. Pero cuando uno vive con su mamá uno no es un ente individual autónomo, sino que es miembro de una familia primero. Ya desarrollaré esta idea más adelante.

    Y en cuanto a tu última pregunta, justo he puesto un post al respecto el domingo:

    http://viviendosololima.blogspot.com/2009/02/los-pequenos-placeres-de-vivir.html

    Quizá no sea del gusto más generalizado, pero el principio sí es general.

    Saludos!

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