¿En qué tipo de universidad estudiaste, y vives independientemente?
sábado, 24 de enero de 2009
Esbozos de análisis 1: Hipótesis de las expectativas crecientes
jueves, 22 de enero de 2009
La Mudanza
Por lo anteriormente expuesto aprovecho para dar unas cuantas recomendaciones a tomar en cuenta al momento de llevar a cabo la mudanza, todo esto basado en mi corta experiencia y mis observaciones personales de los "métodos de mudanza" de Jorge. Estoy seguro que habrá gente con buenos consejos e ideas que serán siempre bienvenidos.
1. Verificar minuciosamente las dimensiones de la nueva habitación , sala, cocina, etc. , no hay peor situación que llegar a la nueva casa y descubrir que tu querido sofá no entra por la puerta. Estuvo a punto de pasarme con la cama que por el apuro no pude desarmar.
2. Lo anterior me lleva a: empacar con anticipación. Una semana antes ya tenía todo planificado y entre un compromiso y otro los días pasaron volando y tuve que embalar a última hora con la consiguiente ansiedad que ello produce, al menos a mí.
3. Definir con antelación el método de transporte, yo contraté un camión donde pude meter todas mis cosas, Jorge es más del estilo "poco a poco", es decir prefiere llevar pocas cajas en varios viajes en la maletera de un carro.
4. No olvidar el permiso de la policía para hacer la mudanza, debo confesar que aquí he transgredido la ley, no puedo dar más detalles ya que desconozco los procedimientos a llevar a cabo para la obtención de este permiso.
5. Hasta conocer a Jorge pensaba que lo siguiente era obvio: no embalar en una caja cosas importantes como llaves o dinero, y ver la forma de llevarlas aparte (mochila, bolso, etc.); en realidad estoy siendo injusto con Jorge, no olvidó algo tan importante como las llaves en de su nueva casa en una caja sino unos libros que íbamos a necesitar en esos días. Supongo que a cualquiera le puede pasar.
Creo que eso es lo que poco que puedo decir por el momento, les dejo con algunas fotos de antes y después de salir del último departamento.
domingo, 18 de enero de 2009
Since you've been gone I can do whatever I want 1: El hermano o hermana menor
Disculpen por la tardanza en postear, pero he estado en medio de una mudanza, de la que Javier seguro les comentará.
Pues bien, bienvenidos a la sección “Since you’ve been gone…” donde discutiremos las cosas chéveres que los dueños de la casa familiar pueden hacer con las habitaciones que vaca el hijo veinteañero o treintañero con trabajo que hasta ese momento les había estado sangrando. Al ser este el primer post de este tema, empezaremos con lo más básico de todo: dejar de compartir la habitación.
Muchos de nosotros han tenido que compartir sus habitaciones en la infancia. No tiene sentido quejarse de esto. Si nuestros padres hubieran podido costear una vivienda con cuartos separados para cada uno de sus hijos en toda probabilidad lo habrían hecho. Después de todo, nos han alimentado y alojado por un par de décadas (y muchas veces, una década y pico más) así que ya sería el colmo de la conchudez sacarles esto en cara.
Ahora, la convivencia con el hermano o hermana menor puede ser llevable o un martirio, según las personalidades involucradas sean compatibles o no. Si realmente hay una incompatibilidad mayor, eso en sí es suficiente razón para mudarse de la casa. Verdaderamente no interesa el “él la empezó” o el “yo no fui”. ¿Para qué seguir viviendo en un ambiente así de hostil? Estamos asumiendo que el hermano o hermana menor es menor de edad y/o sigue estudiando y aún no trabaja. Él/ella tiene derecho a vivir en la casa de sus padres. En cambio, el profesional con chamba los está sangrando.
Por otra parte, cuando las personalidades no son tan contrapuestas, siempre puede haber problemas logísticos menores. Quizá simplemente el hermano menor no puede ver el nuevo capítulo de Lost a la hora normal porque tiene clase en la universidad a esa hora, y quiere ver la repetición de medianoche, y el profesional en cambio ya quiere estar durmiendo porque tiene que trabajar al día siguiente. Quizá de vez en cuando uno deje cosas en la cama del otro y eso le fastidie. Pero se llevan bien, nunca se pasa a mayores. En otras palabras, el profesional se lleva bien con su hermano menor, le tiene estima, y tiene los medios para mudarte, pero aun así egoístamente le mantiene la inconveniencia de compartir la habitación. No pues.
Algunos profesionales optan por seguir viviendo como lo hacían a los doce años, compartiendo la habitación con sus hermanos menores
Si la situación fuera que el profesional y su hermano menor no pueden vivir el uno sin el otro y quieren compartir el cuarto por el resto de sus vidas, tienen problemas mayores de los que yo puedo siquiera empezar a imaginarme. Así que ni me meto.
A lo que voy es a que en una situación de habitación compartida, al mudarse, el profesional con trabajo le hace un favor a dos niveles de su familia. Queda claro que este es el caso con el hermano o hermana menor a quien le está “legando” un cuarto entero para sí mismo, con todas las ventajas y comodidades que ello puede significar. Le está dando generosamente a su hermano menor aquello que él nunca pudo tener para sí mismo. Y adicionalmente, le está brindando a sus padres la posibilidad de darle a uno de sus hijos un cuarto para sí mismo. Más comodidad para la familia dependiente con el solo hecho de que el hijo con trabajo madure y se mude.
“Pero Jorge,” quizá piense alguno “¡mi hermano menor también es un profesional con trabajo que sigue compartiendo el cuarto conmigo! ¿Por qué debería mudarme yo para darle a él la comodidad del cuarto y que además siga ahorrando plata que yo gasto en alquiler, servicios y comida?”. Mi respuesta es sencilla: ambos son unas sanguijuelas. Bien gorditas. El que quiera madurar primero, que se mude.
La sanguijuela se alimenta de la sangre de otros animales
sábado, 10 de enero de 2009
Un Experimento
Y a pesar de todo esto me siento muy bien de saber que soy yo quien se tiene que preocupar de ver qué voy a comer y dónde voy a comer en la semana y que si llego a caer enfermo no es una tragedia como les puede pasar a muchos hijos mimados... solo tuve que descansar un poco y recuperarme, nada del otro mundo. Y es que una vez que uno se muda ya no cuenta con la despensa "eterna" de los padres, en mi caso almuerzo en mi trabajo pero la cena acostumbro resolverla con una visita a la bodega o a la tienda del grifo cercano, en alguna ocasión he hecho la prueba de cocinar pero no me ha ido muy bien...debo tener el balón de gas que más tiempo ha durado (creo que ya cumplió un año), pero ese es mi caso, es cuestión de tener presente que el gnomo o duende que siempre nos tenía la comida servida y lavaba los platos se queda en casa de los padres una vez que uno se muda, pero eso no es en absoluto algo malo por el contrario es un paso más a la adultez.
PS: Espero que no sea un efecto secundario pero me ha quedado un pequeño tic en la mano...y una sed insaciable por bebidas energizantes.
martes, 6 de enero de 2009
Qué tal concha 1: No me mudo... pero sí me compro carro.
Sin duda seguir sangrando a los viejos al quedarse en casa monopolizando una (o más) habitación(es) representa un ahorro considerable de dinero. Y bueno, si uno realmente solo tiene trabajos poco remunerados e inconstantes, quizá vivir con la mamá pueda ser la única opción viable. Pero este no es el caso de muchos profesionales limeños en sus 20s o 30s: tienen trabajos lo suficientemente bien remunerados para mudarse y dejar de ser una carga para la familia, pero prefieren gastar la plata en artículos como carros nuevos.
Toyota es una marca favorecida por estos jóvenes.
Tengo una amiga que es una profesional exitosa. Está en la segunda mitad de los 20s, es egresada de
Nissan es otra marca muy popular.
Tengo otro amigo que es un profesional exitoso. También está en la segunda mitad de los 20s, es egresado de
Para quienes gustan de la velocidad, Honda es una buena opción.
Y sigue la lista de profesionales exitosos. Otro amigo ya está en sus 30s, es egresado de
La lista podría seguir. Y a cualquiera que haya leído estas líneas podría ocurrírsele una docena de casos adicionales. Es cierto, así es nuestra sociedad.
domingo, 4 de enero de 2009
Soltero en Casa
Sobre las cualidades artísticas de la película en cuestión no hay mucho que decir, después de todo es una comedia romántica sin mayores pretensiones que las de entretener al público pero es innegable que la forma en que se hace de las personas en sus 30 que aún viven con sus padres es algo que me resulta absolutamente alejado de muestra realidad.
Me explico, me queda la impresión que en la sociedad limeña el hijo que deja su casa es visto en ciertas ocasiones como un ingrato por sus padres por dejar el nido paterno donde siempre ha tenido protección y cuidados. En mi caso particular mis padres aún guardan esperanzas que vuelva a su hogar y aprovechan en sugerirlo cada vez que los visito; que quede claro que tengo una buena relación con mis padres y si me mudé de la casa paterna fue básicamente porque a los 25 años sentía que ya era tiempo de ser independiente y dejar de ser una carga para mi familia(aunque como mencioné antes mis padres insisten en que no soy una carga), de cualquier modo en "Failure to Launch" los padres hacen lo que sea para que su hijo (un treintañero exitoso) salga de su casa y se independice cuando acá la familia limeña es más bien un obstáculo para la emancipación de los hijos .
Como conclusión solo puedo decir que aquel que no quiere salir de la casa de sus padres siempre va encontrar excusas u obstáculos para seguir aferrándose a su estilo de vida (lo cual a final de cuentas es completamente válido) pero si la semilla del deseo de emancipación esta presente solo se necesita decisión, según recuerdo Jorge me sugirió mudarme de la casa de mis padres un lunes y para el domigo ya estaba viviendo por mi cuenta, como ven no es tan difícil.
Solo pude encontrar el trailer de la película.